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19 de Mayo de 2025 a las 13:00

¡Por fin se entienden tantas cosas! NC-BC y Turcón: un matrimonio ecológico… por conveniencia

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Mira tú qué cosas tiene la vida. Años y años vendiéndonos el binomio progreverde-sostenible, ese tándem tan “preocupado” por la madre tierra, por las tuneras aplastadas y los lagartos sin sombra, y ahora resulta que Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) y Turcón —sí, ese grupo que se autodenomina “ecologista”— siempre han ido de la mano. Más que un compromiso ideológico parece ya un matrimonio de intereses, donde uno aplaude y el otro cobra… o viceversa, según convenga.

Foto: TA

Este domingo, por ejemplo, los vimos paseando juntos en Las Palmas, protestando contra el turismo de masas, rodeados de tambores, pancartas, y alguna que otra indignación ensayada. Con eslóganes muy pintones, del tipo “Canarias tiene un límite” y “No a los vertidos”, marcharon como si no tuvieran nada que ver con algunas de las mayores aberraciones ecológicas de esta isla. Y ahí, bien juntitos, estaban Turcón y NC de Telde. Como uña y mugre.

Pero amiga, qué casualidad: cuando se trata de denunciar con contundencia los vertidos ilegales en Jinámar, el destrozo en Hoya Caldereta, la sima que se convierte en estercolero con gravísimas consecuencias ecológicas y legales, ahí… el grupito ecologista ni mu. Silencio absoluto. Mutis por el monte. Ni una charla, ni un tuit, ni una caminata reivindicativa. Qué raro, ¿no?

Bueno, ya no tan raro. Porque resulta que entre los implicados en esos crímenes medioambientales podrían estar algunos “amigos del alma” de NC y del propio Turcón. Y claro, cuando las cloacas huelen a cercanía política, el olfato ecologista se congestiona. Se bloquea. Se pierde entre subvenciones, actos públicos y excursiones campestres con cargo a las arcas públicas. Qué cosas.

Turcón, ese colectivo que se supone debería ser el primero en saltar a la yugular de cualquier agresión al paisaje, ahora se dedica a organizar charlas, paseítos interpretativos y campañas didácticas. Muy didácticas. Pagadas, claro. Porque el aire puro da hambre, pero la conciencia crítica… solo cuando no molesta al aliado político.

Y es que, cuando la ecología se convierte en performance de fin de semana, pero guarda silencio ante los delitos medioambientales más graves de tu municipio, lo que tenemos no es activismo. Es complicidad con corbata. Es activismo selectivo, de ese que aplaude en las calles de Las Canteras, pero que esquiva como puede una sima apestosa con restos de corrupción política.

Así que ya lo sabemos: Turcón y NC-BC, pareja de hecho desde hace años, ahora se nos presentan como paladines del “turismo sostenible” mientras evitan a toda costa el debate sobre la sostenibilidad de su propia ética. Porque ser ecologista de verdad es gratis… hasta que implica señalar a tus amigos.

Y mientras tanto, Hoya Caldereta sigue esperando justicia. La tierra lo grita. Turcón, en cambio, no.

¿Será que los tambores les tapan los oídos?

El Cernícalo 

Artículo de opinión para DNT – Diario de Noticias de Telde. 

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