Preocupación vecinal por la reapertura de la discoteca La Bella Época

Vecinos de la zona han expresado su creciente alarma tras el anuncio de la reapertura de la Sala de Fiestas ‘La Bella Época de Telde’, que volverá a recibir al público este jueves 20 de marzo con un gran maratón de grupos musicales, y con entrada gratuita. A pesar de la controversia que rodea al establecimiento, los responsables de la sala agradecen el apoyo recibido de sus seguidores y aseguran que han superado “injustas adversidades”. Sin embargo, la preocupación es palpable entre los residentes, quienes consideran esta reapertura una grave amenaza para la seguridad de la comunidad.

La discoteca, propiedad de Juan Francisco Naranjo López, ha sido objeto de diversas intervenciones por parte de las autoridades, principalmente debido a problemas estructurales significativos en cuanto a la ventilación y la electricidad. De hecho, en su última inspección, el Seprona, el grupo especializado de la Guardia Civil, debió intervenir debido a la peligrosidad de estas deficiencias, las cuales no han sido subsanadas, lo que genera un clima de gran incertidumbre y temor entre los vecinos.

Pese a estas advertencias, la dirección de “La Bella Época” ha decidido ignorar las resoluciones municipales, incluida una orden de cierre definitivo emitida por el Ayuntamiento. El 20 de marzo, aseguran, se llevará a cabo la reapertura sin tomar en cuenta el impacto potencial que podría tener sobre la seguridad de los asistentes y la tranquilidad de los residentes.

“Estamos muy preocupados por lo que podría pasar esa noche”, comentan los vecinos. “La entrada gratuita atraerá a un público masivo y descontrolado, lo que incrementará los riesgos de accidentes, peleas y disturbios. Además, con los fallos en la infraestructura, no solo es probable un accidente por fallos eléctricos, sino que el ruido y las aglomeraciones pueden alterar gravemente nuestra paz y seguridad”, señalan con preocupación.

Los más de trescientos vecinos de los alrededores no solo temem que se repitan los incidentes de años anteriores, sino que un incendio o un colapso estructural podría resultar en una tragedia. Ante esta situación, muchos residentes piden a las autoridades que intervengan de inmediato y que se respeten las resoluciones de cierre. Para los vecinos, la reapertura de la discoteca representa una “negligencia criminal” que pone en peligro a toda la comunidad.

Con los ánimos elevados, los vecinos piden medidas urgentes y la cancelación de la reapertura, ya que, según afirman, “la seguridad de todos está en juego”. Las autoridades locales tendrán que decidir si permiten que esta apertura se lleve a cabo o si toman acciones para evitar lo que muchos consideran un desastre inminente.