7 de Diciembre de 2024 a las 22:50
Publicidad institucional en Telde: ¿arbitrariedad y exclusión mediática?
La gestión de la publicidad institucional en Telde, dirigida por los concejales Juan Martel (a través de Gestel), María González Calderín con sus cítricas campañas y recientemente Adela Álvarez con una campaña para la recogida de juguetes, está generando polémica, no tanto entre los vecinos, sino entre oyentes y lectores de otros medios que no reciben información sobre los actos municipales debido a una distribución publicitaria aparentemente arbitraria.
Exclusión mediática y falta de pluralidad
El problema radica en que muchas de las actividades municipales —como los actos culturales organizados por Gestel, la reciente Feria de la Naranja o la recogida de juguetes de Servicios Sociales— se publicitan exclusivamente en un medio de comunicación concreto, dejando fuera a otros canales con más repercución en la sociedad teldense. Esto provoca que una parte significativa de la población no se entere de estas iniciativas, ya que posiblemente no conozca ni consuma ese medio.
Los más afectados por esta práctica son otros medios de comunicación locales, que ven cómo se les excluye de las contrataciones publicitarias institucionales. Algunos incluso expresan su indignación públicamente, calificando la situación como una falta de transparencia y pluralidad.
Propuesta para acabar con la dependencia publicitaria
En este contexto, ciertos medios, como el que estás leyendo ahora, han ido un paso más allá, proponiendo la retirada total de la publicidad institucional de todos los medios. El objetivo sería garantizar que estos puedan informar de manera libre y sin ataduras económicas.
Esta propuesta, que busca devolver a los medios su independencia, pone sobre la mesa un debate importante: ¿Debe el dinero público financiar exclusivamente a determinados medios en detrimento de otros? ¿No sería más justo utilizar esos fondos para difundir información de manera equitativa y plural?
La responsabilidad de los concejales
Los concejales implicados tienen la responsabilidad de explicar los criterios utilizados para la adjudicación de las campañas publicitarias. Mientras tanto, las voces críticas reclaman una gestión más transparente que respete la pluralidad informativa y garantice que toda la ciudadanía pueda acceder a la información sobre los actos municipales, independientemente del medio que elijan.
La pregunta ahora es si se dará un paso hacia una mayor equidad y transparencia o si las prácticas actuales continuarán alimentando un sistema que beneficia a unos pocos y margina al resto. Lo que está en juego no es solo la gestión publicitaria, sino también la confianza en el uso responsable del dinero público.
El Faro