4 de Octubre de 2023 a las 00:00
Este miércoles, el nuevo gobierno de Telde celebró con entusiasmo la inauguración de la flamante iluminación de la vía que conecta Casas Nuevas con Melenara. Sin embargo, entre los ciudadanos de Telde y aquellos que visitan el municipio, ha surgido una pregunta incómoda que resuena en pleno siglo XXI: ¿cómo es posible que los semáforos de una ciudad como Telde funcionen de manera intermitente?
Este interrogante, cargado de sarcasmo, refleja una realidad que no debería pasar desapercibida para quienes lideran el destino de este municipio. La modernización y la mejora de la infraestructura vial son elementos cruciales para el desarrollo y la calidad de vida de la comunidad, y es deber del gobierno local asegurarse de que estos servicios básicos funcionen sin problemas.
Lo más preocupante es que, a pesar de las reiteradas preguntas de los ciudadanos sobre el funcionamiento de los semáforos, el gobierno local guarda un silencio incómodo. La falta de pronunciamiento frente a este problema cotidiano ha llevado a que los ciudadanos se sientan abandonados y sin respuestas claras.
Es innegable que la iluminación vial es un aspecto fundamental en la seguridad de los ciudadanos y la eficiencia del tráfico. La inauguración de nuevas instalaciones debería representar un paso adelante en la dirección correcta. Sin embargo, si los semáforos continúan funcionando de manera intermitente, esto no solo genera frustración entre los conductores sino que también plantea riesgos en términos de seguridad vial.
Es importante recordar que la tecnología y la infraestructura modernas permiten la implementación de sistemas de semáforos inteligentes que pueden monitorear y regular el tráfico de manera más efectiva. La inversión en estas soluciones podría ser una respuesta a los problemas recurrentes que enfrenta Telde en este aspecto.
En lugar de celebrar la inauguración de la iluminación vial, deberían abordar esta cuestión de manera efectiva y urgente. Los ciudadanos de Telde merecen una infraestructura vial que funcione de manera consistente y segura. La crítica constructiva es un recordatorio de que el progreso no se mide solo por las inauguraciones, sino por la capacidad de mantener y mejorar las comodidades básicas de los ciudadanos en pleno siglo XXI.
En conclusión, el gobierno de Telde debe no solo abordar los problemas de los semáforos intermitentes, sino también comunicarse de manera transparente y activa con los ciudadanos. La pregunta persistente de “¿qué pasa con los semáforos en Telde?” merece respuestas concretas y acciones decididas.
El Faro