Resuming podcast

22 de Agosto de 2024 a las 16:50

¿Retroceso o progreso? La cesión de las instalaciones del campo de tiro

Compartir

Es difícil no sentirse indignado al conocer los detalles de la reciente cesión del campo de tiro en nuestra ciudad. Este espacio, que costó millones de euros de los contribuyentes, será cedido por poco más de 900 euros anuales durante cuatro años. Esta decisión levanta serias dudas sobre la planificación y el uso adecuado de recursos públicos, especialmente cuando se considera que estas instalaciones podrían tener un impacto mucho mayor si se destinaran a un propósito más inclusivo y beneficioso para la ciudadanía.

 

Las instalaciones del campo de tiro no son simplemente un lugar para practicar deportes de precisión; incluyen cabañas y otros recursos que podrían transformarse en un espacio de encuentro y desarrollo para los jóvenes. En una época en la que nuestras ciudades están cada vez más saturadas y los espacios verdes y de esparcimiento para la juventud son escasos, la idea de convertir este espacio en un albergue juvenil resulta no solo viable, sino urgente.

Imaginemos por un momento un albergue juvenil en pleno funcionamiento en estas instalaciones. Un lugar donde los jóvenes puedan reunirse, participar en actividades al aire libre, aprender sobre el medio ambiente, y, sobre todo, encontrar un espacio seguro y accesible para desarrollar su potencial. La oportunidad de ofrecer a los jóvenes que visitan nuestra ciudad un lugar donde quedarse durante unos días, ya sea en verano o en cualquier época del año, sería un verdadero impulso para la comunidad, tanto social como económicamente.

 

La cesión del campo de tiro para el uso exclusivo de unos pocos no solo limita el acceso a un espacio financiado con dinero público, sino que también refleja una alarmante falta de visión. ¿Dónde están las nuevas ideas, las soluciones innovadoras que promuevan un verdadero avance para nuestra comunidad? En lugar de apostar por proyectos que beneficien a un pequeño grupo, deberíamos estar invirtiendo en iniciativas que fomenten la inclusión, el desarrollo juvenil y el uso sostenible de nuestros recursos.

La pregunta que debemos hacernos es: ¿Volvemos a lo mismo? ¿Estamos condenados a repetir los errores del pasado, priorizando intereses particulares por encima del bienestar común? Es hora de que nuestras autoridades se comprometan a trabajar por un verdadero cambio, impulsando proyectos que no solo respeten la inversión pública, sino que también sirvan para mejorar la vida de la mayor cantidad de personas posible.

La cesión de este campo de tiro representa una oportunidad perdida, un recordatorio de lo que podría haber sido si se hubiese tomado una decisión más sensata y visionaria. Telde merece algo mejor. Es hora de exigir que se escuchen las necesidades de la mayoría y no los intereses de unos pocos. Es tiempo de avanzar, no de retroceder. "Telde Adelante", por favor.

El Faro