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14 de Octubre de 2024 a las 01:44

San Gregorio, un patrimonio en decadencia por la inacción de las autoridades y empresarios

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Es lamentable y doloroso ver cómo San Gregorio, corazón de Telde, sufre un progresivo deterioro que parece no tener fin. Lo que una vez fue un espacio emblemático para el disfrute de los teldenses, hoy se encuentra destrozado y maltratado, ante la indiferencia de quienes deberían protegerlo. La plaza, la acera, y todo el entorno de este icónico barrio, que forma parte del patrimonio común, está siendo arrasado día tras día. Y lo más preocupante es que la Policía Local y las autoridades responsables parecen mirar hacia otro lado, permitiendo que esta situación se perpetúe.

Uno de los problemas más graves y visibles es el abuso diario de los camiones de reparto, que se estacionan sobre las aceras como si fuera algo natural. Estas aceras, que deberían ser espacio peatonal, se han convertido en zonas de aparcamiento improvisadas, lo que no solo deteriora la infraestructura, sino que también pone en riesgo la seguridad de los vecinos. Ver estos camiones sobre las aceras da la impresión de que todo vale, de que no hay reglas que respetar en San Gregorio.

Es inadmisible que en pleno centro comercial abierto, uno de los espacios más transitados de Telde, se permita semejante descuido. San Gregorio está sucio, su mobiliario urbano deteriorado, y el caos reinante parece haberse normalizado. Todo esto ocurre ante la pasividad de la concejalía de limpieza, que insiste en afirmar que todo está en orden, cuando a simple vista se ve lo contrario. No basta con maquillar la realidad con comunicados vacíos; los ciudadanos necesitamos acciones concretas que frenen este deterioro.

La situación resulta todavía más incomprensible cuando observamos la inacción de la Junta Directiva de la Asociación de Empresarios de San Gregorio. Ellos, que deberían ser los primeros en alzar la voz ante este abandono, se limitan a aparecer en las fotos durante los eventos promocionales, pero poco o nada hacen por resolver los problemas que afectan a la zona. La dejadez por parte de esta asociación es evidente: están más preocupados por las apariencias que por defender los intereses de los comerciantes y vecinos que representan. La suciedad, la inseguridad y el daño al entorno afectan directamente a la imagen del barrio, y sin embargo, su silencio es ensordecedor.

San Gregorio ya no es lo que era, y es urgente que lo recuperemos. Si es necesario prohibir la entrada de vehículos a ciertas zonas para proteger lo poco que queda del patrimonio, que se haga. No podemos permitir que la indiferencia de las autoridades locales y la dejación de los empresarios sigan destruyendo lo que nos dejaron generaciones anteriores. Telde merece un mejor trato, y San Gregorio en particular necesita ser restaurado, limpiado y protegido de una vez por todas.

Las instituciones locales, desde la Policía hasta la concejalía de limpieza, deben asumir su responsabilidad y poner en marcha medidas efectivas. Y si la Asociación de Empresarios no está a la altura, quizá es hora de que se replantee su función. No podemos seguir siendo cómplices de esta dejadez. San Gregorio no puede seguir perdiendo su identidad, su historia y su futuro por culpa de la pasividad de unos pocos.