13 de Abril de 2025 a las 16:58
Y ante todo esto, muchos vecinos sentimos una profunda vergüenza ajena. ¿Qué pensará el Cronista Oficial de la Ciudad, don Antonio María González Padrón?.
La Plaza de San Juan, en pleno conjunto histórico-artístico de Telde, vive un deterioro progresivo e intolerable. Manchas de aceite, agujeros y marcas en su pavimento son las huellas recientes que ha dejado la Feria del Libro celebrada hace una semana, con carpas ancladas al suelo y motores contaminando un espacio que debería estar protegido por ley y por sentido común.
Todo esto ocurre a solo 50 metros de un gran parque urbano perfectamente apto para estos eventos, pero que no se utiliza porque —según reconocen en voz baja— “desluce los actos”. La realidad es que no son capaces de atraer al público si no es en el corazón del casco histórico, y menos aún sin una buena promoción.
Mientras tanto, los medios de comunicación locales callan. ¿Por qué? Porque muchos de ellos reciben subvensiones publicitarias de los mismos actos que dañan la plaza, y optan por mirar hacia otro lado antes que incomodar a quienes pagan por visibilidad.
Y ante todo esto, muchos vecinos sentimos una profunda vergüenza ajena. ¿Qué pensará el Cronista Oficial de la Ciudad, don Antonio María González Padrón? Porque lo que se está haciendo —o dejando de hacer— en San Juan no es solo un atentado contra el patrimonio: es una mancha en la memoria de Telde que alguien deberá narrar algún día, con nombres y apellidos.
El Faro