27 de Julio de 2025 a las 14:49
Lo que en noviembre de 2024 era una pregunta incómoda, hoy se confirma: Román Rodríguez y Carmelo Ramírez han "abandonado" la dirección de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC). Tras casi dos décadas al frente, el relevo llega en un contexto político profundamente fracturado, donde las tensiones internas ya no pueden disimularse con llamados al diálogo.
Canarias Semanal
Las grietas entre el sector oficialista y el renovador, liderado por Teodoro Sosa, se volvieron visibles con gestos tan contundentes como su ausencia en el Consejo Político y su presencia junto al presidente Fernando Clavijo (CC) en un acto en Gáldar. Mientras Rodríguez intentaba sostener la estructura, los alcaldes independientes empezaban a mirar hacia Coalición Canaria, empujando un nuevo mapa del nacionalismo en Gran Canaria.
El VI Congreso Nacional, celebrado recientemente, trajo cambios: Luis Campos asume el liderazgo con la promesa de una estructura “más horizontal, feminista y joven”. Pero las promesas no bastan si llegan tarde. Lo que se ha perdido es más que cohesión interna—es el capital político de toda una generación que se sintió ignorada por una cúpula inmóvil.
Y mientras Antonio Morales sigue buscando un equilibrio imposible en el Cabildo, lo cierto es que muchos se preguntan si NC-BC podrá sobrevivir al reordenamiento que se avecina. Porque en política, cuando los relevos se retrasan, el coste no es solo electoral: es existencial.
Desde Radio Aventura Siglo 21, en solitario, llevan más de dos décadas advirtiendo sobre “estos pájaros”, y el tiempo, como han dicho numerosos oyentes y lectores en los últimos días, da la razón y pone a cada cual en su sitio. No ha hecho falta más que dejar que la historia avance para que las verdades que se dijeron en antena se confirmen en los pasillos del poder.
El Faro
Artículo publicado l10 DE NOVIEMBRE DE 2024 A LAS 13:38
Con estas tensiones a flor de piel, la pregunta sigue abierta: ¿serán suficientes las cesiones y el llamado al diálogo para evitar la ruptura de NC-BC y conservar el pacto con el PSOE en el Cabildo?.
Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) enfrenta uno de sus momentos más delicados desde su fundación. Con la premisa de “ceder para llegar a un acuerdo”, la dirección liderada por Román Rodríguez intenta contener las tensiones internas y evitar la ruptura en el partido, marcado por la inmovilidad de una dirigencia que lleva casi dos décadas al mando. Sin embargo, el conflicto se intensifica con las críticas del sector renovador, encabezado por Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, apoyado por alcaldes y dirigentes de numerosos municipios grancanarios como Agaete, Agüimes, Tejeda y Arucas.
La ausencia del sector crítico en el Consejo Político de NC-BC, celebrado el pasado sábado en Las Palmas, es un reflejo de esta crisis. Durante el encuentro, solo asistieron los aliados de Rodríguez, como Carmelo Ramírez y Carmen Hernández, mientras Sosa, en lugar de participar, asistió a un acto en Gáldar junto al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC), en un gesto que marca distancias con la dirección del partido.
Rodríguez reconoció que NC vive “un debate interno que hay que abordar desde la franqueza” y reiteró que “en esta organización no sobra nadie”. De hecho, la directiva aprobó varias “cesiones importantes”, entre ellas, adelantar el Congreso Nacional a julio de 2025 y otorgar mayor peso a los grupos independientes en los órganos de decisión, buscando una estructura “más horizontal, feminista y joven”. Sin embargo, el sector crítico aún no ha respondido a estas ofertas, y líderes como Luis Campos aseguran que solo rechazarán “vetos e imposiciones”.
En paralelo, la situación se complica en el Cabildo de Gran Canaria, donde Antonio Morales, presidente insular de NC, intenta mantener el equilibrio entre las facciones de su partido mientras enfrenta el conflicto con el PSOE. Este conflicto se agudizó tras la moción de censura en el municipio de Santa María de Guía, donde el PSOE, junto con otros partidos, desalojó al alcalde de NC, Pedro Rodríguez, en favor de Alfredo Gonçalves (PSOE). Morales tachó la actuación del PSOE como “un acto de deslealtad”, resaltando que este pacto local con el Partido Popular, con el que los socialistas se enfrentan en el ámbito estatal, amenaza la estabilidad del gobierno insular compartido entre NC y PSOE.
Pese a este panorama de divisiones, Morales busca “no dar por perdido nada” y aboga por mantener el entendimiento hasta el “último minuto”. Sin embargo, los rumores de una plataforma de alcaldes independientes afines a Sosa, en conversaciones con Coalición Canaria, plantean un posible reordenamiento del nacionalismo grancanario, cuestionando la capacidad de Nueva Canarias para mantener su cohesión en un entorno político fragmentado.
Por El Faro