17 de Agosto de 2024 a las 16:05
Nuestro municipio cuenta con un tesoro natural en forma de playas, perfectas para ser el escenario de una verdadera campaña veraniega llena de vida, cultura y diversión. Playas como Melenara, Taliarte, Salinetas, Playa del Hombre, Ojos de Garza, Tufia, Agua Dulce y La Garita son espacios ideales para organizar actividades que enriquezcan el verano de todos los teldenses. Sin embargo, en lugar de aprovechar estas oportunidades, nuestros responsables han optado por ofrecer migajas en forma de actividades insignificantes.
Con la llegada del verano, el Ayuntamiento de Telde ha intentado convencernos de que su oferta cultural y de ocio es un gran logro, cuando en realidad es poco más que un engaño. El ejemplo más flagrante de esta burla es la tan cacareada Biblio Playa, una iniciativa que, lejos de ser innovadora, es un servicio básico en cualquier otra playa del mundo. Sin embargo, aquí en Telde, nos la presentan como si fuera la gran hazaña del verano. ¿Es esto lo mejor que pueden ofrecer nuestros concejales?
Nuestro municipio cuenta con un tesoro natural en forma de playas, perfectas para ser el escenario de una verdadera campaña veraniega llena de vida, cultura y diversión. Playas como Melenara, Taliarte, Salinetas, Playa del Hombre, Ojos de Garza, Tufia, Agua Dulce y La Garita son espacios ideales para organizar actividades que enriquezcan el verano de todos los teldenses. Sin embargo, en lugar de aprovechar estas oportunidades, nuestros responsables han optado por ofrecer migajas en forma de actividades insignificantes.
Y no podemos olvidar la joya más valiosa: la bahía de Gando, una de las mejores playas de la isla de Gran Canaria, que se encuentra en Telde. Esta playa debería ser un punto de disfrute para todos los teldenses, especialmente durante el verano. Pero, ¿cuál es la realidad? La playa está abierta, sí, pero solo para unos pocos privilegiados y sus familias. Mientras tanto, el resto de la ciudadanía es excluida, condenada a mirar desde lejos una playa que, en teoría, debería ser de todos.
El Concejal de Cultura, Juan Martel, parece más interesado en las celebraciones de su barrio de Lo Magullo que en su verdadera responsabilidad: ofrecer una programación cultural que beneficie a todo el municipio. ¿Cuánto dinero se ha gastado en esas fiestas? Es una pregunta legítima, especialmente cuando vemos la mediocridad de la campaña de verano que nos han ofrecido. Parece que el presupuesto que debería haberse destinado a todos los ciudadanos se ha desviado para satisfacer los intereses personales de unos pocos.
El Concejal de Playas no se queda atrás en esta negligencia. Con las maravillosas playas que tenemos en Telde, es vergonzoso que no se haya elaborado un programa de actividades acorde a su potencial. La Biblio Playa y unos pocos talleres son insuficientes, por decir lo menos, para aprovechar estos espacios. Y el Concejal de Juventud, quien debería estar al frente de una campaña que integrara a los jóvenes de Telde, ha demostrado la misma indiferencia que sus compañeros.
Es inaceptable que, mientras los teldenses cumplimos con nuestras obligaciones fiscales y pagamos nuestros impuestos, recibamos a cambio una oferta cultural y de ocio tan pobre. Valora, la empresa encargada de gestionar los pagos, se asegura de que nuestras cuentas sean intervenidas si no cumplimos. ¿Pero qué nos ofrece el Ayuntamiento a cambio? Un espejismo de actividades veraniegas que no cumplen con las expectativas.
Es hora de que los ciudadanos de Telde exijan más. Con las playas y los recursos que tenemos, este municipio tiene el potencial para ser un referente en Gran Canaria. No merecemos menos. Es momento de que los responsables de Cultura, Playas y Juventud se tomen en serio su trabajo y nos ofrezcan el verano que merecemos, y que, una vez más, nos han negado.