9 de Diciembre de 2025 a las 15:55
La Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias modificó este martes el nivel de vigilancia sobre el episodio de contaminación marina que afecta al litoral de Telde. A partir de las 12.00 horas del 9 de diciembre, la situación pasa oficialmente a prealerta, según lo previsto en el Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil de Canarias (PLATECA).


El cambio se produce tras constatar que el foco de emisión no está activo y que en su entorno no se detectan restos de descomposición ni en superficie ni en los viveros. En los últimos tres días, la presencia de residuos flotantes o restos orgánicos en tierra ha sido mínima y los medios aéreos no han visualizado material en el mar, lo que complica su recogida.
Pese a la mejora, se mantiene el dispositivo de seguimiento con equipos de la Unidad de Apoyo a Emergencias, inspectores de Salud Pública y efectivos municipales, que continúan realizando controles y análisis a lo largo del litoral afectado.
Las playas que siguen cerradas al baño son Melenara, Salinetas, Tufia, Aguadulce y Ojos de Garza, mientras se prolonga la vigilancia para garantizar condiciones seguras antes de su reapertura.
La bajada a prealerta coincide con la información publicada por detelde.es este lunes, festividad de la Inmaculada, en la que se adelantaba una filtración: fuentes cercanas aseguran que el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, prepara un anuncio en el que se detallarán medidas contra los responsables de las jaulas marinas y la reapertura de las playas de Telde en los próximos días.
Se trata de una filtración aún no oficial, pero que confirma que el Ejecutivo autonómico no puede seguir demorando una decisión que afecta a la salud pública, al turismo y a la confianza ciudadana. El cierre prolongado de las playas ha supuesto pérdidas económicas y un daño irreparable a la imagen del municipio.
La reapertura será anunciada por Clavijo en primera persona, según estas fuentes, asumiendo la responsabilidad política de un episodio que ha puesto en evidencia la fragilidad de los controles ambientales y la necesidad de transparencia institucional.
Hoy, Telde respira con cautela: la espera podría tocar a su fin y las playas volverán a ser nuestras.
detelde.es