Telde: Una larga historia de desengaño político

Durante más de 25 años, Telde, un municipio envidiado en Canarias, sufrió una gestión política que dejó mucho que desear. Bajo diferentes nombres y coaliciones, los mismos actores políticos intentaron perpetuarse en el poder, utilizando estratagemas y artimañas para engañar a los ciudadanos de Telde. Además, en toda esta historia de engaño al pueblo de Telde, hubo un cómplice que no puede ser pasado por alto: el PseudoPeriodista lagunero.

"Es hora de que los ciudadanos de Telde no olviden el desengaño y el daño causado por estos políticos. Deben ser considerados personas non gratas en la ciudad que los acogió" 

Aureliano Francisco Santiago Castellano y Carmen Rosa Hernández Jorge, procedentes del norte de la isla de Gran Canaria, se hicieron un nombre en la política local, pero no precisamente por sus logros en beneficio de los ciudadanos de Telde.

El Ayuntamiento de Telde, con presupuestos abismales a lo largo de los años, fue testigo de una gestión caótica y desastrosa. El Plan General del 2002, diseñado por estos políticos, resultó ser un verdadero desastre para el pueblo, beneficiando principalmente a sus amigos y allegados, mientras dejaba a los ciudadanos de Telde en el olvido.

El pueblo de Telde acogió a Castellano y Hernández con cariño y les confió la administración de uno de los municipios más importantes del archipiélago. Sin embargo, en lugar de actuar en beneficio de la ciudadanía de Telde, estos políticos traicionaron la confianza que se les brindó, cambiando de nombre y coalición política como quien cambia de camiseta. De Asociaciones de Vecinos a Asamblea Canaria, y luego uniéndose a Coalición Canaria, su búsqueda incansable de poder los llevó a crear el engañoso “Nuevo Canarias” y, finalmente, presentándose como “Los Canaristas”.

Es hora de que los ciudadanos de Telde no olviden el desengaño y el daño causado por estos políticos. Deben ser considerados personas non gratas en la ciudad que los acogió con esperanza y entusiasmo, solo para ser traicionada. La soberanía popular de Telde merece políticos comprometidos con el bienestar de la comunidad, no con sus propios intereses y ambiciones. Telde merece un liderazgo honesto y dedicado que restaure su esplendor y proporcione servicios esenciales a sus ciudadanos. Además, el PseudoPeriodista lagunero debe ser recordado como alguien que participó en este engaño al pueblo de Telde.

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