Telde y su turismo: la oportunidad desperdiciada por una gestión ineficaz

Telde, una ciudad con más de seis siglos de historia y más de 100,000 habitantes, parece estar siendo ignorada por sus propios responsables de turismo. El pasado 31 de octubre, un grupo de turistas de crucero llegó a la Plaza de San Juan con la intención de explorar el municipio, solo para descubrir que la mayor parte de sus atractivos permanecía cerrada. El Museo León y Castillo, la Basílica de San Juan Bautista y hasta la oficina de turismo —clave para guiar a los visitantes— estaban inaccesibles. Este panorama no es solo vergonzoso, sino que evidencia una dejadez preocupante en la gestión de Telde como destino turístico.

La falta de servicios básicos como una oficina de turismo en condiciones y de puntos de interés abiertos es especialmente frustrante para quienes llegan con el deseo de conocer la historia y cultura de Telde. Como relató un conductor de guagua que cada semana intenta mostrar la ciudad a estos turistas, lo único abierto y accesible es el barrio de San Francisco, pero en un estado lamentable de abandono. Esto no solo da una imagen pobre a los visitantes, sino que demuestra una falta absoluta de compromiso de las autoridades locales con la promoción y conservación del patrimonio del municipio.

Lo que resulta más incomprensible aún es que las mismas autoridades que descuidan estos aspectos gastan cada año miles de euros en asistir a la Feria Internacional de Turismo, Fitur, en Madrid. ¿Para qué sirve esta inversión si al final el municipio no está preparado para recibir a los turistas? Despilfarrar dinero en una feria, mientras Telde carece de infraestructura básica para el turismo, es una contradicción absurda y una falta de respeto al potencial de desarrollo que el turismo representa. Ante esta situación, el alcalde debería tomar medidas drásticas y cesar al responsable o la responsable de turismo, colocando a alguien a la altura de las necesidades y el potencial de Telde. La ciudad tiene muchísimo que ofrecer, pero con una gestión adecuada y comprometida, Telde podría transformarse en un referente turístico en la isla, beneficiando a todos sus ciudadanos.