Tres playas cerradas y una pregunta abierta

Melenara, Salinetas y ahora Aguadulce. Tres nombres que deberían sonar a descanso y salitre, pero que hoy se pronuncian con precaución. El Ayuntamiento de Telde mantiene cerradas las dos primeras y extiende la medida a la tercera, tras detectar restos superficiales durante la inspección de esta mañana. Restos que no se nombran, pero que bastan para levantar la barrera.

Los informes hablan de mejoría, de reducción visible, de arena más limpia. Pero también de prudencia. Y en esa palabra se esconde el dilema: ¿cuánto tiempo puede sostenerse una medida preventiva sin que se convierta en costumbre? ¿Cuánto tarda la transparencia en llegar cuando el mar se enturbia?

La corporación agradece el trabajo del personal de limpieza, y con razón. Son ellos quienes, sin titulares ni ruedas de prensa, devuelven cada día un poco de dignidad al litoral. Pero mientras se completan los análisis, mientras se esperan resultados concluyentes, mientras se repite el protocolo, la ciudadanía espera algo más que comunicados: espera certezas.

Porque cerrar una playa no es solo poner una cinta. Es cerrar una parte del verano, del paseo, del encuentro. Y abrir una pregunta que no se puede barrer con la marea.

detelde.es