Un intento de reagrupamiento frente a la dispersión nacionalista

El movimiento surge tras las fracturas internas de Nueva Canarias (NC-BC), con escisiones de agrupaciones que comparten una visión común: un nacionalismo progresista arraigado en el municipalismo y la defensa de lo rural. Entre sus apoyos están organizaciones como el Bloque Nacionalista Rural (BNR) de Gáldar y Agaete, Roque Aguayro de Agüimes, Juntos por Guía y Compromiso por Firgas. La intención parece clara: construir una alternativa que priorice lo local y evite los personalismos que han fragmentado el nacionalismo canario en el pasado.

Sin embargo, el camino hasta aquí no ha sido sencillo. Problemas burocráticos en la formalización del partido y las dificultades para encontrar una denominación aceptada por el Ministerio del Interior han retrasado el proceso. Pese a ello, los líderes aseguran que ahora están listos para lanzar su propuesta, con el objetivo de consolidar un espacio político que transforme la forma en que se representa a Canarias.

Coalición Canaria y el juego de liderazgos

Mientras este nuevo bloque intenta establecerse, Coalición Canaria sigue moviendo sus fichas en Gran Canaria. Pablo Rodríguez está tratando de recoger el testigo del nacionalismo en la isla, lo que añade más tensión a la partida. La lucha por la hegemonía nacionalista está servida, y no solo se disputará en el terreno de las ideas, sino en la pelea por liderar las listas electorales.

La gran incógnita es si este movimiento logrará generar una cohesión real o si terminará diluyéndose en la competencia por el protagonismo. Queda por ver qué figuras emergen como líderes de este proyecto y qué impacto tendrán en la arena política canaria. La presentación de este lunes será clave para medir el alcance de esta nueva iniciativa y su capacidad de transformación. ¿Será el inicio de un auténtico nacionalismo canario o simplemente más "humo" en el tablero político?

La respuesta, como siempre, la dará el tiempo, las urnas... y posiblemente este diario.

El Faro