Una temeridad grabada segundo a segundo: el Bufadero de La Garita, escenario de una locura que pudo acabar en tragedia

El Bufadero de La Garita, uno de los enclaves naturales más emblemáticos y peligrosos del litoral grancanario, ha vuelto a ser escenario de una imprudencia que pudo terminar en tragedia. Un vídeo difundido por la plataforma Canarias 1500 km de costa y compartido por el usuario @coohlsonn muestra, segundo a segundo, cómo un hombre se lanza al interior de esta cavidad costera, desafiando el violento oleaje que caracteriza la zona.

Las imágenes, estremecedoras y documentadas en cada fotograma, no dejan lugar a dudas: no se trató de una búsqueda artística ni de una simple foto. Todo apunta a una apuesta temeraria, una provocación al límite que pone los pelos de punta. En el vídeo se observa cómo el individuo se expone al embate de las olas, mientras otro hombre intenta rescatarlo desde las rocas, en una escena que mezcla tensión, incredulidad y peligro extremo.

Sebastián Quintana, experto en seguridad acuática, ha sido tajante: “No es valentía, es imprudencia. Con estas actitudes, los ahogamientos seguirán aumentando”. Y advierte que no solo se arriesga la vida del protagonista, sino también la de los equipos de rescate que podrían verse obligados a intervenir en condiciones extremas.

 El Bufadero, belleza natural que engaña con su espectacularidad, es también un punto negro del litoral canario. Las autoridades han reiterado en múltiples ocasiones la prohibición de acercarse al borde, especialmente con marea alta. Sin embargo, la imprudencia sigue ganando terreno, alimentada por retos virales, apuestas y una peligrosa banalización del riesgo.

Según datos de Canarias 1500 km de costa, más de 50 personas han perdido la vida por ahogamiento en lo que va de año, la mayoría en zonas no vigiladas y por conductas similares. La plataforma insiste: “Prevención y sentido común”. Porque ver el mar es gratis, pero acercarse demasiado puede costar la vida.

Este vídeo, que ya circula por redes sociales, no solo informa. Alerta. Muestra. Y debería servir como advertencia para quienes confunden el riesgo con la adrenalina. Porque cada segundo cuenta. Y cada imprudencia puede ser el último.

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