¿Unidad o urgencia? Ciuca se suma, pero las prisas del proyecto insular levantan sospechas

La escenificación de unidad esta mañana en Las Palmas de Gran Canaria, con la incorporación oficial de Ciuca al proyecto Municipalistas Primero Canarias, ha dejado más preguntas que certezas. Aunque el acto se presentó como un “proceso natural”, lo cierto es que la velocidad con la que se ha ejecutado —y filtrado— este movimiento político no parece responder a los tiempos habituales de la política local. Y mucho menos a los ritmos de una isla que aún está a casi dos años de las próximas elecciones.

Foto: TELDEACTUALIDAD 

Juan Antonio Peña y Daniel Reyes hablaron de unidad, de vocación municipalista y de sumar sin condiciones. Pero si algo ha quedado claro en los últimos días es que esta adhesión no ha sido fruto de una maduración tranquila, sino de una urgencia estratégica que no se ha explicado del todo. ¿Por qué ahora? ¿Por qué con tanta prisa? ¿Y por qué con filtraciones previas que no salieron de Ciuca?

Desde Telde, muchos vecinos —y no pocos observadores políticos— siguen con la mosca detrás de la oreja. Porque si bien la incorporación de Ciuca refuerza el bloque municipalista, también evidencia que el proyecto liderado por Teodoro Sosa no atraviesa su mejor momento. Las prisas por sumar, el tono defensivo del discurso y la necesidad de mostrar músculo político con actos públicos apuntan más a una operación de salvamento que a una estrategia consolidada.

Peña insiste en que “la gente pide unidad para defender lo nuestro”, y Reyes alerta contra la “polarización futbolera” entre PP y PSOE. Pero mientras se habla de cercanía y de calle, lo que se percibe es una maniobra de reposicionamiento político que busca oxígeno antes de tiempo. Porque si todo va tan bien como se dice, ¿por qué correr?

La política, como el ajedrez, se juega con tiempo. Y cuando las piezas se mueven demasiado rápido, suele ser porque el tablero está en peligro. Hoy Ciuca se ha sentado en esa mesa, pero la partida aún está lejos de terminar. Y en Telde, como en toda Gran Canaria, hay quienes siguen observando cada jugada con atención… y con desconfianza.

detelde.es