Vecinos en pie de guerra contra la ampliación de una planta peligrosa de Disa en Salinetas

La alarma se ha disparado en Salinetas tras conocerse que la empresa DISA Generación S.L.U. planea construir una nueva planta eléctrica de gas propano a escasos 175 metros de zonas residenciales. Esta nueva instalación se proyecta justo al lado de la actual planta de almacenamiento de combustibles que opera desde hace años sin que exista un plan de emergencia conocido para los miles de vecinos que viven en los alrededores.

Este medio, junto a Radio Aventura Siglo 21, ha denunciado repetidamente el riesgo que representa esa planta ya existente. Una infraestructura que almacena productos inflamables como gasolinas, gasóleos, butano y propano en un entorno donde también hay viviendas, calles transitadas y un supermercado. La situación es tan absurda como peligrosa: una instalación industrial de alto riesgo, incrustada en plena trama urbana sin garantías ni protocolos de protección para la población.

A este escenario ya de por sí preocupante, se suma ahora el intento de DISA de instalar una nueva planta con ocho motores de combustión a propano, una potencia de 14,8 MW y más de 1.200 metros cúbicos de gas almacenado, utilizando una parcela clasificada como Sistema General de Espacio Libre, según el vigente Plan General de Ordenación de Telde.

Vecinos de la zona han iniciado una intensa campaña de oposición. Denuncian la ausencia de estudios públicos sobre emisiones contaminantes, ruido y vibraciones, así como los graves riesgos derivados del almacenamiento de gas inflamable junto a espacios públicos, viviendas, colegios y playas. La nueva instalación también se proyecta en un área que alberga especies protegidas, lo que incrementa la gravedad ambiental del asunto.

Además, acusan a DISA de aprovecharse de la declaración de emergencia energética del Gobierno de Canarias para eludir trámites legales fundamentales, como una Evaluación de Impacto Ambiental ordinaria o la modificación del planeamiento urbano, permitiendo así una instalación permanente disfrazada de solución temporal.

La pregunta que muchos vecinos formulan es clara: si ya existía una planta potencialmente peligrosa sin plan de emergencia ni transparencia, ¿cómo es posible que se permita ampliar esa amenaza sin estudio, sin garantías y sin un debate público?

Dsde DE TELDE volvemos a plantear lo que ya dijimos el pasado 3 de mayo: ¿quién protege a DISA? ¿Y quién protege a los ciudadanos de Telde? Porque mientras se insiste en que “todo está bajo control”, lo cierto es que los riesgos se multiplican y las instituciones responsables miran hacia otro lado. A día de hoy, el Ayuntamiento de Telde no ha emitido alegación alguna frente al proyecto, pese a la magnitud de su impacto.

Expertos consultados alertan de que un accidente en estas instalaciones podría generar una deflagración con un radio de hasta 8 kilómetros. Y en caso de desastre, no servirán los comunicados ni las excusas: servirá saber quién lo permitió y por qué no actuaron a tiempo.

La ciudadanía ha reaccionado. Se están recogiendo alegaciones que pueden presentarse hasta el miércoles 11 de junio, tanto de forma presencial como telemática. El mensaje es firme: la generación energética no puede desarrollarse a costa de la salud, el entorno y la vida de los vecinos.

Este medio continuará informando y amplificando la voz de una comunidad que no se resigna a vivir bajo la amenaza constante de una industria que opera sin control real y con una preocupante sensación de impunidad.

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